domingo, 11 de enero de 2009

El Maximato

El período comprendido entre los años 1928 y 1934 y conocido con el nombre de Maximato. Se le conoce como así porque durante ese tiempo el poder se concentró en el Jefe Máximo.


Tres presidentes se suceden en este tiempo: el primero es Emilio Portes Gil, el segundo, Pascual Ortiz Rubio, presidente constitucional elegido por el PNR para el período de 1930 a 1934 y que solamente permaneció en la presidencia dos años Abelardo Rodríguez, que gobernará hasta finalizar el período que correspondía a Ortiz Rubio.

La crisis política por la que atravesaba la familia revolucionaria, en el poder desde 1926, se hizo más severa a raíz del asesinato de Obregón. Como consecuencia del asesinato del presidente electo, el Congreso designó como presidente provisional a Emilio Portes Gil.


Calles manifestó en su informe la idea de constituir un gran partido revolucionario que incorpore a los miembros de las diferentes facciones revolucionarios, destinadas a controlar la política general del país pero reconociendo la autonomía de los partidos locales. La idea del partido como agente institucionalizador había quedado esbozada aquel primero de septiembre solamente faltaba que fuera aceptada por todos los hombres fuertes que constituían a la familia revolucionaria. Así pues calles consiguió que fuera elegido Emilio portes Gil, un joven político que no había ocupado puesto en alguno de su gabinete y podía considerarse como obregonista sin que fuera contrario al callizo.




La formación de partido y las nuevas elecciones:

En 1929 nació el Partido Nacional revolucionario (PNR). En las nuevas elecciones ganó el candidato del PNR, Pascual Ortiz Rubio; fue una votación muy discutida contra José Vasconcelos, que era candidato independiente. Sin embargo, el verdadero poder lo tuvo Plutarco Elías Calles, llamado Jefe Máximo de la revolución.

En noviembre de 1928 la prensa anunciaba que los representantes de los partidos políticos estatales habían aceptado formar parte del partido nacional revolucionario (PNR), cuya dirección estaría a cargo del general calles. Era previamente pretensión de centralizar la política mediante una maquinaria nacional que fuera controlada por una sola persona; no obstante, se mantenía el principio federativo al señalar que se respetaría la autonomía de los partidos locales. La declaración de principios del PNR muestra una clara congruencia con la filosofía de calles, que en más de un sentido era herencia de Obregón. El documento señalaba:

1) El partido revolucionario acepta en forma absoluta, y sin reservas de ninguna naturaleza, el sistema democrático y la forma de gobierno que establece la constitución política de los estados unidos mexicanos.
2) El partido nacional revolucionario tendrá como una de sus finalidades esenciales la de realizar en nuestro país un mejor social y en el orden de ideas que comprende la lucha de clases velara por la formación y cumplimiento de las leyes que constituyen una garantía de los derechos del proletariado.
3) El partido nacional revolucionario declara que el constante e indeclinable sostenimiento de la soberanía nacional debe ser la base de la política internacional.
4) El partido nacional revolucionario declara que los gobiernos emanados de acción política del partido deberán dedicarse sus mayores energías a la reconstrucción nacional, prosiguiendo la labor que han desarrollado ya las administraciones revolucionarias.
5) El partido revolucionario reconoce que el poder publico será factor concurrente a la revolución de estos postulados si su integración se hace con elementos de la debida filiación política.

El PNR proponía el fomento a la industria mexicana, proposición en concreto consistía en brindarle protección, crear bancos emprender campañas publicas para hacer crecer al consumo de artículos mexicanos.





El PMR reforzaba los principios del articulo 3 constitucional y se proponía que la educación se encauzara hacia una vigorización del nacionalismo.



Por aquellas fechas de la creación del PNR, calles apenas comenzaba a ser el hombre fuerte. Ya se ha señalado que de hecho no contaba con un número de seguidores capaz de contrarrestar al poderoso grupo obregonista a la hora de buscar los candidatos para la presidencia constitucional. Aarón Sáenz, un miembro de ese grupo y jefe después de la muerte del caudillo, era considerado en los medios políticos como el candidato idóneo. Pero este no reunía las condiciones necesarias para continuar la obra callista, y mucho menos estaría dispuesto a permitir la injerencia del jefe máximo en su gobierno, calles aconsejo a portes Gil que simulara aceptar la candidatura de Sáenz, con el propósito de apaciguar a los obregonistas, muchos de los cuales seguían culpando a calles de la desaparición de su líder. Sáenz renuncio entonces a la gobernatura de nuevo loen y se dispuso a prepara su campaña de 1929.





Mientras tanto portes Gil manda a llamar a pascual Ortiz rubio, un ingeniero en minas que había participado en la revolución a favor del carrancismo; en ese momento Ortiz rubio tenía el puesto de embajador de brasil. El presidente interino dijo haberle llamado para que colaborara en su gabinete como secretario de gobernación.Al llegar a México, Pascual O. Rubio se entrevistó con calles por iniciativa del presidente, y al saberse de éste encuentro se fueron inclinando a favor de la candidatura del recién llegado todos los políticos que estaban de desacuerdo con la candidatura de Sáenz.Las razones impulsaron a calles a escoger a Ortiz rubio para la presidencia parecen comprensibles: en primer lugar el candidato estuvo descontento de la situación política de México durante los seis años que permaneció en extranjero, circunstancia que hacia difícil que poseyera fuerza política propia, de manera que no tendría mas remedio que aceptar los consejos del jefe maximo, a esta ventaja se agravaba el hecho que Ortiz era poseedor de una indiscutible honestidad, lo cual le puede parecer a calles muy favorable a su propósito.

Sobre la agricultura, el programa del PNR proponía restituir y dotar de tierras a los ejidos) colonizar aquellas regiones de la república que fueran previamente favorecidos con obras de irrigación c) apoyar a los empresarios agrícolas, siempre que no contravinieran a la política agrarista

Fin del Maximato:
Cárdenas tomó posesión de la presidencia en diciembre de 1934, y su primer gabinete era típico del maximato, pues reunía a representantes de las principales facciones del grupo gobernante, y varios de los cargos de mayor importancia estaban en manos de incondicionales del general Calles.
La noche del 11 de junio reunió al gabinete y exigió la renuncia inmediata de todos sus integrantes, y destituyó al Comité Ejecutivo Nacional del Partido Nacional Revolucionario. En los días posteriores designó a los nuevos secretarios de Estado y a los líderes del partido gobernante, mientras obligaba a renunciar a los gobernadores y a los generales con mando de tropa leales a Calles; también consiguió que la mayoría de los diputados y senadores convirtieran su lealtad a Calles en lealtad a la figura presidencial



La influencia de Calles terminó cuando el siguiente presidente de la República, el general Lázaro Cárdenas, lo expulsó del país.










Emilio Portes Gil Pascual Ortiz Rubio

Abelardo Rodriguez